Trascender una situación

Trascender una situación

Como trascender una situación.

La única causa del sufrimiento es la incapacidad de aceptar lo que sucede.

Dicha incapacidad está estrechamente relacionada con el pensamiento que yo tengo sobre lo que sucede.

El pensamiento está basado en las creencias que he acumulado y aceptado como propias a lo largo de lo experimentado en mis vidas y de lo que la sociedad me ha transmitido.

Por lo tanto la rigidez de mis creencias son las que generan esa emoción que conlleva al sufrimiento, porque no soy la suficientemente permeable como para aceptarlo.

La incapacidad de aceptar es mi deseo de mantener las cosas como las creo, para mantenerme en mi zona de confort, es decir, en lo que conozco.

Esta situación esconde una emoción de miedo a lo desconocido.

Cuanto más rígido es mi pensamiento sobre las cosas que me suceden (resistencia) mayor número de situaciones me harán vivir esas experiencias o similares hasta que las aprenda, acepte y finalmente perdone.

El perdón es el objetivo. La aceptación conduce directamente al perdón y este a trascender la situación que genera la emoción incómoda.

El perdón verdadero

El perdón verdadero es lo que hará trascender la situación.

En realidad el perdón verdadero no existe como tal, solo existe el perdón, pero en este mundo dual, donde creemos en lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, creemos en una manera de perdonar que no es total y que deja oculta una culpa.

El tiempo, es un ejemplo de ello, ya que es el tiempo el que curará las heridas (creencia popular), pero esto lo único que hace es ocultar la situación, no lo trasciende.

Por lo tanto, quedará fuera de la mente superficial, en lo oculto hasta que encuentre un detonante que lo haga estallar y vuelva a aparecer para generar la misma emoción original.

La única causa de la incapacidad de aceptar lo que nos sucede está limitada por el pensamiento que tenemos sobre ella, hasta que no la aceptemos y por ende la perdonemos no la podremos trascender.

La mente recta

El perdón verdadero: con esta definición estoy ratificando que existe otro perdón.

Esta es la mente dual, en el que algo tiene un lado y su opuesto.

Mientras mantenga esta perspectiva en mi mente me mantendré en un pensamiento en que percibo dualidad y por ello persiste.

Una mente recta no piensa de manera dual, porque es una mente que está conectada con el Espíritu Santo, que ve el pensamiento dual, pero que no cree en él.

La mente recta solo lleva al perdón (verdadero) porque sabe lo que eres y conduce directamente hacia nuestro hogar de donde nunca nos fuimos, sólo creemos haber salido de allí.

Es la manera de pasar por alto la creencia que acumulamos y para recordarnos lo que somos y hacernos retornar a casa.