La impecabilidad

La impecabilidad

La impecabilidad la podemos definir como la actitud o forma de actuar recta de una persona respecto a todo lo que realiza, sin embargo, podemos ir más allá si buscamos una definición más espiritual, como contrapartida de su significado más cotidiano o mental, donde el juicio va implícito en su definición.

Respecto a la definición en sí, todos dicen más o menos lo mismo, pero desde la visión más racional, en su definición da cabida al pecado y consecuentemente a su correspondiente castigo.

Definiciones

Si buscamos algunas definiciones de impecabilidad o impecable encontramos lo siguiente:

La impecabilidad la podríamos definir como que es perfecto, que no tiene faltas o errores.

La palabra impecable viene del latín “impeccabilis” y significa “no tener posibilidad de falta”. Donde im = no, peccare = pecar, cometer una falta y el sufijo –bilis = posibilidad.

Según el diccionario de la RAE, impecable significa: Exento de tacha. Incapaz de pecar.

Otra definición de impecabilidad es como la cualidad, condición, aspecto, característica, esencia, índole, naturaleza o carácter de impecable que es excluido o libre de tacha o la incapacidad de cometer algún pecado o falta grave según la religión, sin ningún tipo de imperfección o defecto.

Definiciones claras y simples de una palabra que lleva incluida la palabra pecado. Ahora entendamos pecado.

Si lo buscamos en el diccionario de la RAE nos dice: Transgresión consciente de un precepto religioso. Cosa que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido. Exceso o defecto en cualquier aspecto.

Por su parte pecar significa: Actuar o pensar, según una determinada religión, contra la voluntad de Dios o contra los preceptos de esa religión. Cometer una falta o apartarse de lo que es recto y justo.

Hasta aquí todo bien, se observa que siempre está relacionado con “algo que está mal hecho o que no es justo”, pero…

¿Qué es justo o correcto y para quién?, ¿Cuál es el parámetro de ese “pecado”?

Sólo para aquellos que fijaron las reglas, dictaron las normas o impusieron las condiciones hay algo que no es recto o justo y merece su correspondiente castigo.

Una definición más «espiritual»

Desde la perspectiva de Un curso de milagros ser impecable es estar “Libre de pecado”, no porque considere al pecado como tal, sino porque es imposible pecar o cometer un pecado y en consecuencia es inviable juzgar o castigar.

El chamanismo Tolteca de Don Juan y Carlos Castaneda dice que un hombre debe descartar las situaciones que le consumen energía de forma innecesaria.

La importancia personal, es la actividad que más desgasta al hombre común.

Ser impecable implica un ahorro de energía y el enfoque directo de los actos esenciales para la supervivencia y bienestar del guerrero, siendo consciente de cada uno de ellos para afrontarlos con la energía acumulada, y de esta manera aprender lo máximo de ellos y trascenderlos.

Si buscamos un poco más de profundidad en su definición, o desde un punto de vista más espiritual, tanto UCDM como el chamanismo de la cultura Tolteca, ven la impecabilidad como una forma de vida más plena y consciente de los quehaceres del hombre.

UCDM expresa claramente la impecabilidad del Ser, por el simple hecho de ser quien es y de la fuente de donde procede. Por ello no existe el pecado como tal, ni su juicio y mucho menos el castigo.

Simplemente es un error de percepción del Ser que puede y debe ser cambiado para volver a ser quien realmente es y así contemplar la realidad.

Aquellos que perciben pecado, hacen juicios, en consecuencia diferencian y separan. Dicha percepción es una ilusión basada en las creencias de quien contempla el pecado.

Toda percepción puede ser cambiada, tanto por otros pecados como por la verdad. Existe una única verdad y por lo tanto, una sola realidad. En ella sólo se puede contemplar con amor, por lo tanto estará libre de juicios.

Un Curso de milagros

UN CURSO DE MILAGROS nos ofrece información valiosa para aclarar la impecabilidad:

Cuando la percepción del pecado se ve como un acto que hay que juzgar y consecuentemente castigar, se está haciendo un juicio basado en una visión egoica o mente dividida que quiere y busca ser diferente de los demás.

El Hijo de Dios sólo puede cometer errores los cuales pueden ser corregidos. Una mente recta o unificada no contempla el pecado.

Como parte del todo y siendo una extensión de la fuente de creación, el Hijo de Dios es perfecto e impecable, está libre de pecado, por lo tanto, es imposible percibirlo como culpable.

Estas ilusiones a través de las cuales se ve a los demás como culpables o pecadores, es la percepción que impide que aceptemos las cosas como realmente son.

El impecable “DA” tal como ha recibido, por su incapacidad de pecar. Al dar como ha recibido, ve a su hermano como impecable y ello conlleva la liberación del pecado en ambos.

Una mente que contempla a un cuerpo como pecador se encuentra prisionera, más la liberación de la mente se logra al contemplar al cuerpo libre de pecado, porque se busca la impecabilidad.

Quien busca la impecabilidad no conoce otro medio que el amor, porque sólo puede ser portador del amor absoluto.

El miedo no tiene cabida en la mente impecable, porque el pecado, de la clase que sea, implica debilidad.

La impecabilidad es lo opuesto a la flaqueza y a la debilidad. Sólo una mente inocente tiene la fuerza suficiente para ser impecable.

Al alcanzar el estado de impecabilidad todo deseo de atacar desaparece y por ello, es imposible ver a tu hermano como un pecador, sólo se contempla tal como es.

Él desea ver su impecabilidad, tal como tú deseas ver la tuya. Bendice al Hijo de Dios en tu relación, y no veas en él lo que tú has hecho de él. UCDM C20 VIII 494

Un solo pecado que veas en tu hermano será suficiente para manteneros a ambos en el infierno. Más su perfecta impecabilidad los liberará a ambos, pues la santidad es totalmente imparcial. UCDM C24 VI 575

Cultura Tolteca

Desde la perspectiva Tolteca un guerrero debe ser un cazador. Sólo caben dos posibilidades, ser un cazador o ser cazado.

El guerrero debe ser un cazador para no ser cazado.

Debe ser el cazador de sus propias debilidades, es decir, cazar la continua tendencia de dejarse llevar por todos los hábitos de sus semejantes.

Esto implica estar en constante alerta de sus actos para conseguir un uso controlado e idóneo de su energía.

La manera de actuar conlleva un ahorro de la energía que quedará disponible para su uso en el momento adecuado.

Este ahorro de energía de la que el guerrero dispone, hace que su atención sea elevada en el momento de comprender situaciones a la que está expuesto.

Sin ese “extra” de energía su comprensión disminuye por haber derrochado energía en situaciones vanas.

Se deben eliminar los gastos energéticos sobre todos los actos que no sean esenciales para la supervivencia del guerrero y su bienestar.

Carlos Castaneda en “Relatos de poder” cuenta:

Don Juan dijo que en los inventarios estratégicos de los guerreros, la importancia personal figura como la actividad que consume la mayor cantidad de energía, y que por eso se esforzaban por erradicarla.

El consumo de energía excesivo hace que, ante diferentes situaciones, o como lo llamaba Castaneda, ante “lo desconocido” el guerrero no tiene la suficiente energía acumulada para enfrentarla.

La impecabilidad no es otra cosa que el uso adecuado de la energía. Es la capacidad de recanalizar la energía para su uso adecuado en cada acto que participas, haciendo lo mejor que puedes hacer.

Esto conduce a una situación, que sólo puedes estar en el momento presente, para poder desplegar toda la energía acumulada en lo que se está haciendo aquí y ahora.

El gasto energético al pensar en el pasado o en el futuro, debilita y te desplaza del presente, consumiendo la energía necesaria para cada actividad en el único momento donde la necesitamos, en el ahora.

El hombre común adquiere confianza buscando la certeza en los ojos de los demás, el guerrero busca la confianza en sus propios ojos, a esto lo llama humildad y sólo depende de sí mismo, esto implica ser impecable de sus actos y de sus sentimientos.  

Un guerrero busca ser impecable en sus actos y sentimientos, ya que la impecabilidad lo revitaliza.

La conducta impecable del guerrero lo libera y lo aleja de la forma humana.

En resumen:

Los términos utilizados por el chamanismo y su búsqueda, son similares a los de UCDM, su objetivo es el mismo, la libertad del ser y deshacerse de su apego al cuerpo humano.

No hay que confundir que el cuerpo desaparezca, sólo se trata de no darle la valoración que no tiene, ya que la plenitud y la felicidad se encuentra en la impecabilidad de los actos realizados, independientemente del cuerpo y de su propia estupidez.

Un guerrero no siente compasión por nadie. Sentir compasión implica desear que la otra persona sea como uno.

Para el guerrero, dejar ser a los demás como realmente son, es una tarea ardua, su impecabilidad consiste en aceptar y apoyar lo que “realmente” son.

Una pequeña aclaración sobre compasión:

Compasión según Wikipedia:

La compasión es un sentimiento humano que se manifiesta desde el contacto y la comprensión del sufrimiento de otro ser.

Más intensa que la empatía, la compasión es la percepción y la compenetración en el sufrimiento del otro, y el deseo y la acción de aliviar, reducir o eliminar por completo tal situación dolorosa.

Compasión según diccionario:

Sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo.

Compasión según la RAE:

Sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien.

Según mi visión, el conflicto que se produce al tener compasión por alguien en una situación de dolor o de sufrimiento es:

  1. Al tener compasión sobre una situación conflictiva apoyo su creencia;
  2. Ello le aporta un argumento que ratifica su creencia tanto en el dolor como en el sufrimiento;
  3. Al apoyar dicha creencia, me transformo en un creyente de la situación como así también del dolor y del sufrimiento, lo que conlleva que pasa a formar parte de mi realidad.

Puede suceder que exprese compasión por alguien, siendo consiente que no creo esa situación.

Ante esta situación no estoy siendo fiel a mis principios, no actúo de forma coherente entre lo que pienso, lo que siento y lo que digo.

Carlos Castaneda

Debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino y, si sientes que no debes seguirlo, no debes seguir en él bajo ningún concepto.

Para tener esa claridad, debes llevar una vida disciplinada, sólo entonces sabrás que un camino es nada más que un camino y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo, si eso es lo que tu corazón te dice….

[…] Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y los otros no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte. El otro te debilita.

¿Tiene corazón ese camino? Si tiene, el camino es bueno, si no, de nada sirve. Carlos Castaneda.