Los Cinco Ritos Tibetanos son un compendio de 21 posturas yoga, de esta manera resumieron a 10-20 minutos los ejercicios que requerían un par de horas para su ejecución.
Es conocido la extensa vida de los monjes, además disfrutando de una salud excepcional.
La ciencia, recién actualmente está llegando a vislumbrar a través de la fotografía Kirlian el campo áurico que rodea nuestro cuerpo, sin llegar a comprender su función; pero sí han desvelado que el proceso de envejecimiento está regulado por las hormonas.
Por su parte los sanadores o chamanes han trabajado y hecho referencia sobre los siete centros energéticos del cuerpo físico o chakras que corresponden a las siete glándulas endocrinas, como así también actúan sobre el campo energético que rodea a las personas.
La vitalidad de una persona está relacionada con el flujo energético que pasa por su cuerpo, evidentemente en relación directa con su campo áurico que es el que deja fluir esa energía universal desde el entorno hacia el cuerpo y viceversa.
Este intercambio energético es más fluido en las personas jóvenes y sanas que en las personas mayores o que se sienten enfermas.
En este intercambio de la energía universal un aspecto que ayuda a fluir son nuestros pensamientos, que cuando son continuos y densos se acumulan a nuestro alrededor limitando la energía necesaria para estar y sentirnos sanos y activos.
Los Cinco Ritos Tibetanos normalizan y estabilizan los desequilibrios energéticos y hormonales del cuerpo físico actuando a su vez sobre el campo energético, haciendo que el practicante se sienta saludable y con vitalidad. Esta es la llave de la juventud.
Los Cinco Tibetanos hacen que los chakras funcionen y giren correctamente, haciendo fluir la energía vital, volviendo a nuestro estado normal.
Los ejercicios son simples y muy agradables para hacer, en menos de 20 minutos hacemos la totalidad de las repeticiones.
Una vez que nos decidimos a realizar los Cinco Ritos comenzaremos con 3 repeticiones de cada Rito, luego de una semana aumentamos en 2 repeticiones cada ejercicio, es decir 5 repeticiones, así sucesivamente hasta llegar a 21 repeticiones por cada Rito y ahí mantendremos.
Si nuestro cuerpo se siente bien y/o nos pide más haremos la rutina normal por la mañana de 21 repeticiones y haremos la segunda rutina por la tarde/noche comenzando desde 3 repeticiones por cada Rito, aumentando de a 2 repeticiones por semana. De esta manera terminaremos haciendo una rutina de 21 repeticiones de cada Rito Tibetano por la mañana y 21 repeticiones por la tarde.
Los ejercicios no requieren gran esfuerzo físico, pero les aseguro que se mueve mucho físicamente y energéticamente, siendo este el objetivo de estos Cinco Ritos Tibetanos.
Además aumenta en gran medida la fuerza física y da elasticidad al cuerpo, nos hace más sensible a las sensaciones corporales y da agudeza mental.
Al tratarse de esfuerzos físicos suaves al mismo tiempo que estiramos el cuerpo produce un alivio en la tensión muscular, mejora la digestión, regula la respiración, ayuda a desintoxicar el cuerpo y produce beneficios sobre nuestro sistema cardiovascular.
Nos ayuda a mantener el cuerpo más recto y mejorar la postura en general, dando más flexibilidad a la columna vertebral.
Todo ello nos conduce a una sensación de bienestar general, despiertan los sentidos y nuestro ingenio.
La sensación de bienestar que producen los Ritos se debe básicamente a la armonización de las glándulas, que al funcionar en armonía dan vitalidad, más energía y mejor predisposición para afrontar el día, haciendo que estemos menos expuestos a enfermedades y cambios de humor.
Los Cinco Ritos Tibetanos ayudan a prevenir la pérdida ósea, mejoran la masa muscular, fortalecen las abdominales. Al realizar los ejercicios debemos controlar la respiración, inhalaciones y exhalaciones profundas que conlleva una oxigenación total del cuerpo, indispensable para quemar combustible, eleva el metabolismo y pérdida de peso.
Los movimientos de comprimir y estirar el cuerpo actúan directamente sobre los órganos, glándulas y músculos ayudando a drenar al sistema linfático, liberando más rápidamente las toxinas.
Antes de comenzar quedarse sentado en el sitio donde se harán los ejercicios y tomarse unos minutos de relajación, inhalando y exhalando lenta y profundamente por la nariz, al igual que entre Rito y Rito, es aconsejable tomar tres respiraciones profundas prestando atención a nuestra respiración y las sensaciones internas de nuestro cuerpo.